Con la aprobación del plan reducido de gastos en el Senado legisladores cerraron la puerta a cualquier posible beneficio migratorio antes de la elección de medio período de noviembre. La inacción del Congreso vuelve a decepcionar a la comunidad inmigrante.
POR::JORGE CANCINO

PUBLICADO 13 AGO 2022 – 08:47 AM EDT | ACTUALIZADO 13 AGO 2022 – 08:47 AM EDT

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Simultáneamente a la aprobación el domingo del plan reducido de gastos en el Senado, demócratas y republicanos le dieron el tiro de gracia a la reforma migratoria que en la campaña 2020 el presidente Joe Biden prometió a sus electores.

Se trataba del último intento luego que los senadores demócratas Kyrsten Sinema (Arizona) y Joe Manchin (West Virginia) alcanzaran un acuerdo con el líder de la Cámara Alta, Charles Schumer, para votar a favor del proyecto de ley respaldado por la Casa Blanca.

Fue una votación pareja 50-50 y el empate lo rompió el voto de la vicepresidenta Kamala Harris. Y tanto Sinema como Manchin lograron lo que se proponían, “concesiones para los sectores corporativos de sus respetivos estados”, dice Juan José Gutiérrez, director ejecutivo de la Coalición Derechos Plenos para los Inmigrantes, en Los Ángeles, California.

“Ellos sí consiguieron lo que querían, pero la bancada demócrata, teniendo asegurados los 50 votos más el sufragio de la vicepresidenta Harris, no fueron capaces de presionar y darle a la comunidad inmigrante indocumentada un beneficio como lo habían prometido”, agregó.

Se cerró la puerta

Tras la aprobación del plan de gastos el domingo, la posibilidad de aprobar una enmienda o ley con 51 votos (bajo un proceso de reconciliación) terminó. “Mientras no haya 60 votos no hay forma de pasar algo en el Senado” (relacionado con inmigración), aseguró a Univision Noticias la oficina del Senador Bob Menéndez (demócrata por Nueva Jersey).

Eso significa que la promesa de campaña de Biden ha muerto sin siquiera llegar al pleno de la Cámara Alta. Solo alcanzó a pasar en la Cámara de Representantes el 18 de marzo del año pasado, cuando en esa instancia y con respaldo bipartidista fueron aprobados dos proyectos de ley que incluyeron un camino a la ciudadanía para entre 6 y 7 millones de indocumentados (dreamers, titulares del Estatus de Protección Temporal -TPS-, trabajadores esenciales y campesinos).

En los meses siguientes los demócratas intentaron en tres ocasiones convencer a la principal asesora del Senado, la abogada Elizabeth MacDonough ( Parlamentarian), de incluir vías de legalización para indocumentados (los planes aprobados por la Cámara Baja, modificar la Ley del Registro y un amplio plan para diferir la deportación de hasta 8 millones de indocumentados), pero los intentos fueron desestimados porque la legalización resulta demasiado onerosa para los contribuyentes ($130,000 millones en una década, dijo MacDonough).

“Pensamos que no habrá nada (debate migratorio) hasta después de la elección” de medio tiempo del primer martes de noviembre, dice Wadi Gaitán, portavoz de La Iniciativa Libre, grupo conservador que mueve un bloque republicano moderado clave en ambas cámaras del Congreso.

Qué dicen los activistas

El fracaso del cumplimiento de la promesa migratoria de campaña de Biden tiene decepcionados a organizaciones y activistas que defienden los derechos de millones de indocumentados que viven en Estados Unidos, algunos desde hace más de dos décadas.

“El problema es que, por un lado, tenemos al partido republicano que ya de plano, aún cuando argumentan que son el partido de la economía, sabiendo que la comunidad inmigrante -la que entra legalmente o la que ya está aquí indocumentada- ambas son piezas clave del motor de la economía del país”, dice Clarissa Martínez de Castro, vicepresidenta de UnidosUS.

“Sin embargo, los republicanos no sólo se han dedicado a atacar a los indocumentados, sino que ahora están promoviendo ataques también en contra de la inmigración legal”, postura que a juicio de Martínez contradice su discurso.

“Para una reforma migratoria se necesitan más votos (60) de los que hay en estos momentos (50 por cada partido en el Senado) y los republicanos no quiere avanzar la solución que ellos quieren (una política antiinmigrante) y tampoco respaldar a la mayoría de los estadounidenses (más del 70% según muestras) que están a favor de la legalización”, dijo Martínez.

La vicepresidenta de UnidosUS indicó además que “aparte de eso, los republicanos no solo están impidiendo la legalización de la mayoría de los 11 millones de indocumentados, sino que están dedicados, en pleno, a avanzar en una retórica que le pone un blanco en la espalda en los inmigrantes y a muchos de la comunidad hispana”, indicó.

A la pregunta por qué, a casi dos años de la salida de Trump de la Casa Blanca, los republicanos siguen promoviendo la política migratoria de ´tolerancia cero´, que influyó en la derrota electoral del 2020, Roberto Izurieta, director de los programas de América Latina y Campañas Políticas de la Universidad George Washington, respondió: “Porque existe resonancia en un grupo de electores” que puede jugar un papel clave en el resultado de los comicios de noviembre, cuando los estadounidenses acudan al Congreso a renovar la totalidad de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado, ambos controlados por los demócratas.

Y no importa si el mensaje que se envía al electorado sea “verdad o mentira” respecto a los inmigrantes, precisó.

“Una aberración total”

Para otros activistas la votación del domingo en el Senado no solo sepultó la promesa de reforma migratoria de Biden (o parte de ella), sino que además causó “decepción y frustración”, dice Gutiérrez.

“Lo trágico del voto en el senado que aprobó el acta para derrotar la inflación fue verdaderamente chocante, una decepción horrible para los activistas, los abogados y para el pueblo trabajador inmigrante indocumentado”, indicó. “Una decepción horrible porque, teniendo cinco senadores latinos, dos de ellos de la ultraderecha como Ted Cruz (Texas) y Marco Rubio (Florida), teníamos otros tres que se suponía eran pro-inmigrantes, Menéndez (Nueva Jersey) Alex Padilla (California) y Catherine Cortez-Masto (Nevada).

El activista dijo además que “todos ellos están en campaña de reelección y en 2021, incluso este año, en enero, señalaron que todavía había esperanza de pesar más allá de los juicios de la Parlamentarian. Incluso mencionaron que, por lo menos, darle a los indocumentados un permiso de trabajo, pero el domingo no hubo nada”.

Gutiérrez dijo que los demócratas, tras el acuerdo previo con Sinema y Manchin, debieron haber exigido condiciones, entre ellas un beneficio de inmigración para los indocumentados, pero no lo hicieron. Y a pesar de que no hubo ningún tipo de respaldo, ahora quieren nuestros votos en noviembre siendo que se quedaron callados el domingo. Eso es una aberración total, es incomprensible, nos tomaron el pelo. Y todavía así nos llaman a votar por ellos”.

Los posibles escenarios

Si los demócratas ganan la elección y mantienen el control de ambas cámaras del Congreso, es probable que el balance se mantenga y no tengan votos suficientes en el Senado para aprobar una reforma migratoria como la prometida por Biden en 2020.

“Harán falta 60 votos”, reitera la oficina del Senador Menéndez. A menos que los republicanos cedan, se inclinen al centro y traten de recuperar votos para la elección del 2024 y acuerden una solución bipartidista, como la Cámara Baja en marzo del 2021.

Pero si los republicanos ganan la elección de medio tiempo de noviembre y le arrebatan el control del Senado a los demócratas, las organizaciones estiman que será por una diferencia mínima, dejando el debate migratorio en una situación similar a la registrada en los últimos dos años.

Un último escenario es que los republicanos ganen el control de la Cámara de Representantes. De ser así podrían intentar aprobar leyes que justifiquen el discurso antiinmigrante basadas en la política migratoria de ‘tolerancia cero’ del expresidente Donald Trump, un escenario complejo que dependerá del balance en el Senado y la capacidad de veto del presidente Biden.

“Un escenario incierto”, dice Gutiérrez. “La elección será clave. Pensamos que los demócratas tuvieron oportunidades, la última el domingo, pero la desaprovecharon y nos dejaron con las manos vacías”, sentenció.

Advertencias republicanas

Al tiempo que los demócratas han intentado aprobar beneficios migratorios, como una vía de legalización que incluye la ciudadanía, modificar la Ley del registro u otorgar un amparo de deportación y permiso de trabajo temporal a millones de indocumentados, los republicados han advertido acerca de sus propuestas de inmigración.

Entre ellas destacan volver permanente la vigencia del Título 42 del Código de Estados Unidos, que permite la deportación expedita de extranjeros en la frontera con México; aumentar los fondos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para fines de encarcelamiento y deportaciones; e impedir que el gobierno modifique y emita nuevas prioridades de deportación, por ahora frenadas por orden judicial.

También presionan por el establecimiento de un nuevo marco de seguridad fronteriza con severas críticas a la política de Biden, a quien acusan de haber provocado una crisis que desató una invasión de extranjeros criminales, pero no mencionan que la política demócrata se basa en deshacer la tolerancia cero de Trump y recuperar el debido proceso migratorio, donde los jueces y no los agentes federales -por órdenes del Ejecutivo- tienen en sus manos la mayoría de los destinos de los extranjeros que buscan asilo en Estados Unidos.

La lista también incluye reanudar los trabajos de construcción del muro en la frontera con México, mayor control de la inmigración ilegal, aumentar los arrestos y acelerar las deportaciones, así como el restablecimiento del Título 42 y la anulación de todos los memorandos y órdenes ejecutivas migratorias emitidas durante el gobierno de Biden.

Si bien los republicanos están con las manos atadas porque Biden vetaría este tipo de legislaciones en caso sean aprobadas, utilizarían la gestión legislativa como plataforma para difundir su mensaje con miras a la elección presidencial del 2024.

Una fuente republicana que pidió mantener su nombre bajo reserva, pero que conoce la estrategia electoral del partido, dijo a Univision Noticias que a los demócratas les interesa mantener la situación tal y como está “porque necesitan el tema para la campaña de medio término” (y culparlos a ellos).

Cabe señalar que la propuesta migratoria republicana, a diferencia de la demócrata, no incluye ninguna vía de legalización permanente.

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